El albinismo de Peak Viprakasit no fue un impedimento para fundar una startup cosmética
Llegué a la clase un poco tarde, dándome cuenta de que el único asiento disponible era el del fondo del aula.
Sabía que no era capaz de leer claramente la pizarra, sin embargo, siempre dudaba a la hora de tomar cualquier acción.
Lo mismo ocurrió durante varios años mientras me abría paso con dificultad en la escuela primaria, teniendo que caminar constantemente hasta el frente del aula para tomar notas. Como lector naturalmente lento, esto no hizo mi experiencia en el aula más agradable. Solía perder mucha información de cada una de las clases y a menudo tenía que copiar los apuntes de mis compañeros.
No me di cuenta de lo importante que era este contratiempo hasta que llegó mi séptimo grado. Al tener que hacer un examen estandarizado en condiciones normales, simplemente no podía igualar el rendimiento de mis compañeros. La prueba de lectura fue un infierno, me resultaba imposible leer una letra tan minúscula y el tiempo era muy limitado. Como era de esperar, fue todo un fracaso. Ver los resultados alrededor de 2 semanas después fue emocionalmente agotador.
Ese momento fue una llamada de atención para mí. La escuela se complicaba a medida que avanzaba en mi carrera académica y, aunque soy optimista, me di cuenta de que no podía dejar este asunto a un lado.
Tenía que mirar al problema a los ojos frente a frente, sin miedo y buscar una solución; y la encontré.
A partir de entonces, busqué ayuda extra de mis profesores y discutí los problemas a los que me había enfrentado en el pasado, encontrando las soluciones que quizás cambiaron mi experiencia de aprendizaje para siempre. Recibir asientos preferenciales ha mejorado realmente mi experiencia de aprendizaje en el aula. No tuve que moverme y pude seguir el ritmo de las clases más cómodamente.
Nunca supe cuán accesibles y comprensivos pueden ser los maestros de escuela y esto realmente cambió mi perspectiva sobre las relaciones entre estudiantes y maestros.
Esto no sólo me apoyó en el aula, sino también en las adaptaciones de los exámenes. Gracias a mis profesores, obtuve tiempo extra y textos con letra grande para las pruebas estandarizadas, lo que hizo que mi experiencia en este campo fuera mucho menos estresante.
Considerando todas las dificultades a las que me he enfrentado en la escuela mientras crecía y sabiendo que la solución está justo frente a mí, imaginé lo difícil que debe ser para las personas con albinismo o discapacidad visual que son menos afortunadas que yo. El destino me puso frente a frente con Beyond Suncare, supe que esta organización se preocupa genuinamente por ayudar a las vidas de los niños con albinismo en muchos aspectos diferentes, incluyendo la educación especial.
Compartiendo la misma visión, con mi startup PeakLabs he decidido aportar mi granito de arena a la causa de Beyond, con la esperanza de hacer que la educación para los niños con albinismo sea una experiencia gratificante y esperanzadora.
Peak Viprakasit
Fundador de Peak Labs y colaborador de Beyond Suncare