En África el cáncer de piel es la principal causa de muerte entre las personas con albinismo, acabando con sus vidas de manera dramática en edad temprana. La prevención es esencial. En África, una crema solar salva vidas.
EVOLUCIÓN DEL DAÑO SOLAR EN LA PIEL DE LAS PERSONAS CON ALBINISMO
Debido a factores genéticos, las personas con albinismo no producen melanina, el fotoprotector natural que nos protege de la radiación ultravioleta. Por ello son extremadamente propensos a desarrollar lesiones en la piel como consecuencia del daño solar.
Con temperaturas que a menudo superan los 30°C y con trabajos que en su mayoría se realizan al aire libre, el riesgo de desarrollar cáncer de piel entre personas con albinismo en África es extremadamente alto. Además, la escasa información que se ofrece provoca un desconocimiento profundo sobre la condición que, sumado a la discriminación generalizada, dificultan el acceso a los servicios de salud.
El cáncer de piel es conocido como el asesino silencioso, ya que los síntomas iniciales suelen pasar desapercibidos, conduciendo a un diagnóstico tardío y a un empeoramiento del pronóstico; especialmente entre las personas con albinismo de contextos africanos.
La pobreza y la falta de conciencia general impiden el acceso de las personas con albinismo a los servicios de salud, generalmente inadecuados y escasos. Con menos de 1 dermatólogo por cada 3,5 millones de habitantes y con unos medios de diagnóstico y tratamiento deficientes, muchos países subsaharianos no tienen capacidad suficiente para tratar adecuadamente las enfermedades de la piel. Esto, combinado con la falta de priorización de los sistemas nacionales de salud en el campo del albinismo y la dermatología, ha provocado la actual incidencia de cáncer de piel de carácter epidémico entre los africanos con albinismo.